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Sociedad, Familia y Escuela |
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ÍNDICE
¿Qué es la televisión y la educación? …………………………………………………………….…….Pág. 3
¿Es útil la televisión para la enseñanza?....................................................................Pág.3
La televisión educativa en España………………………………………..……………………………….Pág. 3
Franja horaria infantil …………………………………………………………..………………………………Pág. 5
¿La televisión dice siempre la verdad?.....................................................................Pág. 6
Estadísticas……………………………………………………………………………………………………..……Pág. 7
Efectos negativos y positivos de la televisión………………………………………………..…...Pág. 10
Responsabilidad de los padres……………………………………………………………………..…….Pág. 12
Protección de los menores………………………………………………………………………………….Pág. 13
Efectos de la televisión en la socialización……………………………………………..…….…….Pág. 14
¿Hay gente que vive sin televisión?........................................................................Pág. 16
Biografía……………………………………………………………………………………………………………..Pág. 17
¿QUÉ ES LA TELEVISIÓN Y LA EDUCACIÓN?
La televisión es un sistema de transmisión de imágenes y sonidos a distancia, mediante ondas hercianas.
La educación es transmitir ideas, conceptos e información utilizando unas metodologías que las ayuden a ser comprendidas.
¿ES ÚTIL LA TELEVISIÓN PARA LA ENSEÑANZA?
La comunicación es esencial para la educación, a través de esta el hombre puede transmitir diferentes conocimientos. Permite conocer los acontecimientos actuales a nivel mundial, muestra lugares imaginables, documentales del cosmos, biodiversidad, la historia de diferentes culturas, la recreación de la historia del mundo, informa, divierte y educa.
La televisión está presente en nuestras vidas. Desde hace algunas décadas resulta imposible a los niños y adolescentes imaginarse la realidad prescindiendo de la caja mágica, de la caja tonta o de la caja de los sueños.
La televisión influye decisivamente en la vida cotidiana. Es el principal instrumento de ocio y nuestros propios hábitos, comidas, descanso, etc., cada vez dependen más de los distintos programas de la pequeña pantalla. Existen detractores radicales de la televisión, que sólo ven en ella aspectos negativos (violencia, alienación, pasividad, etc.) en tanto que para otros, la televisión constituye una oportunidad para la democratización del saber y la potenciación del aprendizaje favoreciendo la cultura de las opciones múltiples. Tal vez ambas posturas sean excesivamente maniqueas y, por tanto, unidimensionales. Sin embargo, la televisión está ahí con todo su potencial destructivo pero igualmente con sus posibilidades educativas y su capacidad de entretenimiento. Cada día los periódicos incluyen un mayor número de páginas destinadas a comentar noticias sobre los programas y espectáculos de la televisión. Los programas televisivos son a diario motivo de debate y polémica en los centros escolares, en las oficinas o en la barra de un bar. En definitiva, la televisión se ha convertido en un elemento imprescindible que, en no poca medida, rige nuestras vidas.
LA TELEVISIÓN EDUCATIVA EN ESPAÑA
En Junio de 1961 es cuando la programación educativa de TVE adquiría carácter regular al emitir , con gran éxito, el espacio titulado “Escuela TV” que era un montaje de enseñanzas directas en asignaturas como Historia, Geografía, Inglés, Francés, Lengua Castellana, Lecciones de cosas, Historia Sagrada, Biología, Historia del Arte, Biografías, etc.
Al comentar el curso 1962-1963 dicho complemento fue sustituido por el espacio “Academia TV”, dedicado a los jóvenes.
Las experiencias educativas más interesantes y fecundas en el campo de la televisión fueron las llevadas a cabo conjuntamente por el Ministerio de Educación y Ciencia y por Televisión Española.
La primera de estas experiencias en el tiempo fue la desarrollada con motivo de campaña sistemática de educación de adultos analfabetos, a partir de octubre de 1966.
Resultado de esta estrecha pero breve colaboración, fue el programa especial de televisión titulado “Imágenes para saber”.
El objetivo de esta experiencia era poner “un documento al servicio de la escuela”, es decir, fue concebida como una experiencia de educación televisiva complementaria de la labor desarrollada por el maestro en el aula.
En junio de 1967 fue cuando las Direcciones Generales de Enseñanza Primaria del Ministro de Información y Turismo, comenzaron a considerar la posibilidad de implantar la Televisión Escolar en España.
Durante el último trimestre del año 1970, TVE desarrollaría su programación educativa por sí misma. A partir del nuevo año, los programas se llevarían a cabo en colaboración por ambos Departamentos Gubernamentales.
En 1982, el entonces el Ministro de Educación, Federico Mayor Zaragoza, presentaba la publicación del informe final de grupo mixto, RTVE y MEC y le otorgó gran importancia al papel de los medios de comunicación, en especial la radio y la televisión, como agentes excepcionalmente eficaces de educación. En función de los objetivos del nuevo proyecto que se recogen en el acuerdo suscrito entre el MEC y RTVE, en el citado informe se proponen las siguientes líneas de acción en materia de televisión educativa:
-Complemento de las enseñanzas regladas impartidas en los centros docentes
-Educación permanente de padres y en general de adultos.
-Perfeccionamiento del profesorado en ejercicio
-Tratamiento de los grandes problemas educativos.
FRANJA HORARIA INFANTIL
En 1993 hubo un primer acuerdo sobre los contenidos destinados a la protección de la infancia y la juventud. Programación infantil de televisión: orientaciones y contenidos prioritarios:
El Gobierno urgió a las cadenas a firmar un código de autorregulación, que entró en vigor el pasado 9 de Marzo de 2005. La directiva de TV Sin Fronteras, vigente en España desde 1995, había fijado un horario de protección infantil entre las 6,00 y las 22,00 horas. Con el nuevo código se crean franjas especiales de mayor protección infantil: de 8,00 a 9,00 y de 17,00 a 20,00 horas (de lunes a viernes) y de 9,00 a 12,00 horas (sábados, domingos y festivos).
En la clasificación de programas que establece este Código de Autorregulación sobre Contenidos Televisivos e Infancia, a cuyo cumplimiento se comprometen las cadenas televisivas, ya se apuntan algunos de los contenidos prioritarios para niños. En ese sentido, el código atiende a la siguiente tipología de programación:
1. Programas especialmente recomendados para la infancia: Aquellos que muestran una descripción positiva de comportamientos infantiles impulsando valores como la solidaridad, la igualdad, la cooperación, la no violencia y la protección del medio ambiente. Son programas sin presencia de violencia, cuya temática conflictiva está limitada a pequeños conflictos propios de la infancia resueltos positivamente. El sexo sólo está justificado con carácter educativo o pedagógico para la formación sexual dirigida a menores de 7 años.
2. Programas para todos los públicos: Permiten la descripción de comportamientos adultos no conflictivos, aunque no sean inteligibles para menores de 7 años, siempre que no puedan perturbar su desarrollo. Admiten la presencia de una violencia mínima que no afecte a personajes asimilables del entorno afectivo del menor, o que facilite el distanciamiento por su tratamiento paródico o humorístico. Toleran la aparición de elementos de angustia o miedo, siempre que sea mínima o esté compensada por el uso de la caricatura o el humor para atenuar su impacto. De igual forma, se considera tolerable el desnudo casual o inocente, sin manifestación erótica ni calificaciones vejatorias, o la presentación de relaciones afectivas sin connotaciones sexuales.
3. Programas no recomendados para menores de 7 años (NR 7): Aquellos que describen comportamientos y costumbres ininteligibles para el menor de 7 años cuando le puedan crear desconcierto. Los que presentan actitudes intolerantes, implican menosprecio a un semejante y van contra los derechos humanos, la igualdad y el medio ambiente sin finalidad educativa o pedagógica. Los que utilizan, muestran o mencionan drogas ilícitas sin fines informativos o educativos. Los que exhiben violencia verbal o física, incluso escenas o imágenes esporádicas susceptibles de provocar angustia o miedo. Los que exponen conflictos de orden social, cultural, religioso, político, sexual... que dañen al entorno familiar del menor, o que requieran un mínimo reconocimiento de su existencia, y afecten negativamente a la comprensión de su entorno habitual. Dentro de esta clasificación también se incluyen los programas de ficción en cuyo argumento sea difícil para el menor discernir entre «buenos» y “malos”, así como los materiales de carácter educativo o pedagógico para la formación sexual que no vayan específicamente dirigidos a menores de 7 años. A la hora de evaluar la violencia, el Código distingue si los personajes o las situaciones en que éstos se desenvuelven forman parte del imaginario infantil propio del proceso de aprendizaje de los menores de 7 años. Además se tiene en cuenta la morbosidad o intensidad con que se presentan dichos actos o situaciones de violencia, y si las mismas afectan al entorno familiar de estos niños.
¿LA TELEVISIÓN DICE SIEMPRE LA VERDAD?
Estamos inmersos en una época en que la tecnología y la información forman parte de nuestras vidas: los medios de comunicación entran en nuestros hogares sin que puedan evitarse sus efectos y sus consecuencias.
Los niños se ven sometidos a un exceso de estímulos informativos durante la llamada franja infantil televisiva. Esta franja horaria se aprovecha para insertar una serie de anuncios publicitarios de gran impacto en los pequeños. Esta situación es más o menos continuada durante todo el año, pero toma proporciones desmesuradas en épocas navideñas.
Los juguetes en la publicidad
Hasta aproximadamente los 10 o 12 años, a los niños no les es posible diferenciar con nitidez la realidad de la ficción. Esta característica cognitiva conlleva una profunda indefensión ante los medios de información.
La publicidad que incita al consumo de juguetes tiene en común un conjunto de características y ocasiona un aserie de consecuencias:
· Una de las características más señaladas por agentes educativos y asociaciones de consumidores es la falta de realismo de los juguetes presentados en los anuncios publicitarios. Los efectos especiales, la impactante animación de los objetos, la exageración de su tamaño y la muestra de piezas inexistentes en el juguete original convierten la presentación publicitaria en toda una aventura de la que el pequeño no puede escapar.
· Las posibles consecuencias del desajuste entre la visión del producto que transmite el montaje televisivo y la realidad son una fuerte decepción del niño al abrir el paquete y un posterior abandono del juguete.
· Durante ciertas épocas estacionales, los anuncios de juguetes abarcan prácticamente toda la franja horaria de más audiencia infantil. Esta superestimulación hace que los niños carezcan de una idea ajustada de lo que les gusta o de lo que quieren en realidad.
· Otra característica de la publicidad es que conoce y refuerza los valores sociales, ya que intenta que las conductas reflejadas en los anuncios estén en máxima concordancia con la mayoría de los roles sociales de los compradores potenciales del producto. Es por esos que al publicidad no tiene reparo en reforzar valores sexistas, clasicistas o bélicos.
· Finalmente, es importante saber que la publicidad destinada a la venta de juguetes se sustenta en dos tipos de mensajes: los dirigidos al público infantil al que se crea el deseo del producto para que después lo pida y los dirigidos al público que tiene que comprarlo, que en todo caso tiene la última palabra: el colectivo de adultos.
ESTADÍSTICAS
Cada vez los niños pasan más tiempo delante de la televisión. De hecho la TV en España se ha convertido la primera alternativa de ocio infantil: el 30% de los niños, según la investigación del Instituto de Creatividad e Innovaciones Educativas de la Universidad de Valencia, afirma que lo primero que hace nada más llegar a casa es encender la TV, un porcentaje muy por encima de los que escuchan música (13,1%), leen (10,9%) o juegan con sus hermanos o amigos (18,8%).
· Los niños entre 4 y 12 años pasan al año 960 horas en el colegio: prácticamente las mismas que ante el televisor.
· En España, 750.000 niños ven TV después de las 10 de la noche y 20.000 después de las 00:00.
· Del tiempo total que pasan los niños viendo televisión solamente un 25% corresponde a programas infantiles.
· Dos de cada tres padres españoles reconocen abiertamente a los encuestadores del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) que no controlan lo que ven sus hijos.
· Solo el 30% de los padres españoles ven siempre o casi siempre la TV con sus hijos.
· El 31,3% de los niños entre 4 y 12 años tienen televisor en su cuarto.
A continuación aparecen una serie de gráficas de datos relacionas con la televisión y la educación:
EFECTOS NEGATIVOS Y POSITIVOS DE LA TELEVISIÓN
En la televisión encontramos ventajas y desventajas en la educación de los niños. Empezando por las desventajas comentare que el problema viene desde que a los padres se les ocurre controlar a sus hijos plantándolos frente al televisor, dejándolos crecer acompañados de Powers Rangers, Bart Simpson, Spider Man, Goku y muchos otros. Esto tiene consecuencias cuando el niño se convierte en adulto:
· Primeramente en muchos de los casos, se tratará de un adulto sordo de por vida a los estímulos de la lectura y del saber trasmitidos por la cultura escrita.
· También les roba así, la capacidad de entender las cosas, pensar por sí solos, y resolver conflictos de manera apropiada.
· Pero el peor de los casos es que en la televisión se da mucha violencia. En ella se dan muchos problemas solucionados de esta manera (con violencia), que hacen que los niños actúen de igual manera frente a sus problemas. Incluso a veces de una manera extremada.
· En muchos hogares, la televisión amenaza la tradicional triada de socialización que son: la familia, la escuela y la iglesia. Se dejan de lado muchas veces y no se les da la importancia necesaria. No es tanto es el caso de la iglesia ya que depende de otros factores también como son la cultura, la religión y la filosofía.
· Otras malas consecuencias son: malos resultados académicos, menos lectura por parte de los niños, tiempo perdido para jugar, dificultades para diferenciar la realidad y la fantasía y problemas con el alcohol, las drogas o el sexo (“deportivo” mayoritariamente).
Un dato estadístico de violencia lo encontramos en la serie de dibujos “Bob Esponja”, hoy en día, dibujos favoritos de los niños y lo más visto. En esta siguiente gráfica se recoge la violencia que se da:
Las virtudes que se encuentran en la televisión son:
· Le muestran al niño ideas y culturas ajenas a su entorno familiar y social
· Inculcan hábitos positivos de modo rápido y eficaz
· Existen programas con un alto contenido educativo y muy útiles como concursos, documentales, programas que ayudan a desarrollar habilidades o transmiten valores positivos. Un ejemplo lo encontramos en Pocoyó.
Ante lo visto, la televisión ofrece ventajas y desventajas y el papel principal respecto a la manipulación de este medio recae sobre los padres y los educadores.
RESPONSABILIDAD DE LOS PADRES
Hoy en día son pocos los padres que reconocen la gran responsabilidad que tienen en la formación del carácter o personalidad de sus hijos.
Los padres son contradictorios frente a los consumos culturales de sus hijos. Con los resultados de una encuesta a 3.360 padres y madres de todo el país, se puede afirmar que acerca de la televisión dicen una cosa y hacen otra. Que les importan mucho los contenidos, pero los dejan tener tele en la habitación. Que les preocupa cuánto tiempo miran, pero es la actividad que más comparten con sus hijos. Más que comer juntos, más todavía que hablar.
Sugerencias para los padres
1.- Limitar el tiempo que pasan frente al televisor, a 1 o 2 horas al día.
2.- Si el niño va mal en la escuela, el tiempo para ver televisión debe disminuirse a media hora al día.
3.- Elegir los programas que el niño va a ver, no encender el televisor al azar.
4.- Estimular al niño para que ve programas educativos o que enseñen los valores humanos.
5.- Que el niño vea la televisión en compañía de personas adultas, y hablar con él de lo que sucede en el programa.
6.- Apagar la televisión durante las comidas y cuando el programa no es adecuado.
7.- Establecer la hora de dormir sin que se altere por algún programa que pueda interesar al niño (se puede grabar y ver en otro momento).
8.- Enseñarle a apagar el televisor cuando termine el programa que está viendo.
9.- Prohibir los programas violentes, hay que tener en cuenta que algunos dibujos animados contienen violencia.
10.- Estimular al niño a jugar y a hacer ejercicio.
11.- Limitar el uso de la televisión como recompensa por buena conducta.
12.- El adulto no debe ver demasiada televisión, debe hacer otras actividades, especialmente la lectura, ya que este es un foco de imitación para el niño.
PROTECCIÓN DE LOS MENORES
Normativa de ámbito europeo
En primer lugar y como punto de partida es imprescindible remontarse a la Declaración de los Derechos del Niño, adoptada por la Asamblea General de la ONU el 30 de noviembre de 1959, y posteriormente a la Convención del 20 de noviembre de 1989, donde en su preámbulo son ratificados estos principios fundamentales. Además en su artículo 17 dice:
Artículo 17. “Los medios de comunicación social cumple un papel importante por lo que hace a la difusión de información destinada a los niños que tengan como finalidad promover su bienestar moral, el conocimiento y comprensión entre los pueblos y que respete la cultura del niño. Es obligación del estado tomar medidas de promoción respecto a esto y proteger al niño contra toda información y material perjudicial para su bienestar”.
A fin de regular una serie de normas que establezcan los límites de la publicidad y defiendan los derechos fundamentales del niño, desde Europa se despliega la Directiva 89/552/CEE, conocida como la televisión sin fronteras y que posteriormente es modificada de forma parcial a través de la posterior Directiva 97/36/CE.
Normativa de ámbito estatal
Desde el marco de la Constitución Española cabe señalar al respecto cómo en el Artículo 20.1. Apartado d: se reconoce y se protege el derecho de todos los ciudadanos a recibir información veraz (lo que afectaría a todo tipo de información publicitaria y entre ella por supuesto la destinada a juguetes), y el en Artículo 20.4: que establece la protección de los jóvenes y de la infancia.
Para garantizar estos derechos fundamentales que emanan tanto de la Constitución como de las Directivas de la UE, se ha promulgado la Ley 25/1994 de 12 de julio, y la posterior Ley 22/1999 de 7 de junio que la modifica.
La Ley 25/1994 de 12 de julio, dedica su artículo 16 a regular la protección de los menores frente a la publicidad y la televenta.
Artículo 16. Protección de los menores frente a la publicidad y la televenta.
· La publicidad por televisión no contendrá imágenes o mensajes que puedan perjudicar moral o físicamente a los menores. A este efecto, deberá respetar los siguientes principios:
a) No deberá incitar directamente a tales menores a la compra de un producto o de un servicio explotando su inexperiencia o su credulidad, ni a que persuadan a sus padres o tutores, o a los padres o tutores de terceros, para que compren los productos o servicios de que se trate.
b) En ningún caso, deberá explotar la especial confianza de los niños en sus padres, en profesores o en otras personas, tales como profesionales de programas infantiles o, eventualmente, en personajes de ficción.
c) No podrá, sin un motivo justificado, presentar a los niños en situaciones peligrosas.
d) En el caso de publicidad o de televenta de juguetes, éstas no deberán inducir a error sobre las características de los mismos, ni sobre su seguridad, ni tampoco sobre la capacidad y aptitudes necesarias en el niño para utilizar dichos juguetes sin producir daño para sí o a terceros.
e) La publicidad o la tele venta dirigidas a menores deberá transmitir una imagen igualitaria, plural y no estereotipada de mujeres y hombres.
· La televenta no incitará a los menores a adquirir o arrendar directamente productos y bienes o a contratar la prestación de servicios.
EFECTOS DE LA TELEVISIÓN EN LA SOCIALIZACIÓN
El siguiente trabajo está enfocado en los distintos tipos de efectos que la televisión produce en la sociedad, según los estudios de varios autores.
Según Lorenzo Vilches, los hombres de clase social alta suelen ver programas de actualidad, informativos, deportes y concursos; mientras que las mujeres con un nivel de educación bajo, de una clase social inferior y que no trabajan, ven más televisión que los anteriores y ven series, películas y programas infantiles. La tercera edad ve todo tipo de programas, y junto con las personas de menor nivel intelectual, son los que más tiempo ven la televisión, porque es su forma de entretenimiento y es su medio preferido de ocio.
Para Rafael Roda Fernández, la televisión tiene una serie de características que la otorgan un alto grado de influencia:
1. Tiene una gran fuerza expresiva, porque se basa en la imagen y esto es muy eficaz para interiorizar los mensajes ya que se meten directamente en el subconsciente.
2. Son imágenes con color, música, presentan la realidad con movimiento, “viva”.
Además la televisión es un gran espectáculo que a su vez integra otros espectáculos como el teatro, el deporte, la música, el cine...
Jesús González Requena explica que la televisión ocupa un lugar privilegiado en la casa (en los lugares clave de la vivienda). Esto también influye en la forma de comunicase entre la familia. La televisión se va acoplando a la vida familiar, llegando a ser un elemento cotidiano y necesario. A la vez que esto ocurre, gran parte de los programas de la televisión se dedican a representar relaciones de intimidad, los programa se llenan de expresiones y personajes cercanos, familiares, como el presentador que comienza un programa diciendo “¡Hola familia!”. Según esto, la televisión es un vehículo de control. Es el símbolo de la cultura de masas, esta cultura se convierte en incultura cada vez mayor para aumentar su aceptación entre el público, que no tiene otras opciones mejores, y se hace dócil, deja de pensar.
Así, la televisión no se basa en ofrecer programas serios no hay preocupación por la calidad ni por el contenido de la programación.
Lo importante en la televisión es el esfuerzo por ofrecer un espectáculo para el espectador. También da una visión de la vida más agradable y con menos problemas de los que hay en la realidad, para conquistarnos y hace que la gente se cree falsas necesidades y esto afecta a los menos dotados económicamente, con lo cual se frustran, porque la televisión postula que la felicidad se consigue con el éxito, y el éxito significa bienestar económico y social, y los mayores deseos de las personas son a cambio de dinero
Los niños y la televisión, según las investigaciones de Schramm, Lyle, Park (1960), sacaron en su investigación que el niño es un usuario precoz y que ve más horas de televisión conforme aumenta su edad. Según el nivel intelectual, los que lo tienen más alto ven menos la televisión y son más selectivos que los de nivel bajo. Los niños encienden el televisor para divertirse, la fantasía les produce placer porque se identifican con los personajes y héroes.
Por último, Patricia Greenfield dice que hay que enseñar a los niños a diferenciar entre realidad y fantasía, porque ellos no saben, piensan que todo es verdad por lo que les influye tanto.
Los niños tienen que aprender a ver la televisión y a descifrar los mensajes con el tiempo y la experiencia, y esto supone un desafío mental.
Como conclusión, decimos que la televisión ha roto con todos los modelos tradicionales creando una acumulación de sus dificultades, de laberintos, tanto en los sistemas de producción.
¿HAY GENTE QUE VIVE SIN TELEVISIÓN?
Hoy en día es dificilísimo pensar en una casa que no tenga un televisor mínimo en casa, por no decir dos o tres. En una sociedad tan avanzada como la de hoy en día tener un par de televisiones en casa se da por hecho. Pero no en todos los países existe un nivel de vida que permita poder comprar una tele. En países subdesarrollados de África, Asia central y partes de América latina, por ejemplo, pueden y deben vivir sin televisión. No tienen otro remedio debido al grado de pobreza. En estos casos la gente no tiene infraestructuras ni instalaciones suficientes para que les llegue una señal correcta y en otros casos no tienen ni luz. Tienen que vivir sin televisión sin más remedio.
Pero en países desarrollados también hay excepciones. Mucha gente vive cansada de la tele y llega un momento que se replantean el porqué y mucha gente opta por dejar de verla y centrase en otras cosas de su vida.
Por lo tanto hay mucha gente que vive sin televisión, aunque unos sean porque no quieren y otros porque no pueden.
BIBLIOGRAFÍA
Libros:
· El juego infantil y su metodología.
Virginia Romero – Montse Gómez
CFGS Educación Infantil - Editorial Altamar
· Los medios de comunicación en la sociedad actual
Javier Ballesta Pagán (coordinador)
Editorial Universidad de Murcia
Páginas web:
www.unicef.org
www.noticias.juridicas.com/base_datos/Derogadas/r4-l25-1994.html
www.proyninos.blogspot.com
22/11/10
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