Libertad como pasión. Innerarity, Daniel. Pamplona. EUNSA. 2000.
Libertad como pasión es un libro que pertenece al género del ensayo, nos habla de que la libertad hoy día está guiada por la sociedad, creemos que somos libres, pero la libertad la perdimos hace tiempo, no porque nos la quitasen sino porque está limitada por nuestra indecisión. Daniel Innerarity nos muestra las figuras de la libertad y cómo con todas ellas seríamos verdaderamente libres.
En el primer capítulo Libertad en tiempos revueltos nos dice (Pág.15) que los enemigos de la libertad son los hábitos propios a los que no es fácil reconocer, tales como el aburrimiento, el hastío, la anomia cultural y espiritual, la frivolidad, el conformismo y las rutinas. También nos habla de la despolitización, el abandono generalizado de las responsabilidades públicas, la huida hacia la privacidad, el pasotismo son muestra de una renuncia a la proyección social de la libertad individual (Pág. 23). Nuestra perpetua indecisión es la que nos ha quitado la libertad.
En el capítulo dos La nueva tarea del héroe nos habla de que vivimos en un tiempo sin héroes, preferimos la conservación de lo que hay a la revolución o la utopía (Pág. 28). La actualidad es el ocaso de las ideologías, la moral es la terapia que nos quita las aspiraciones desmedidas y proclama el acompasamiento universal con la inercia del mundo. La ética es así dietética (Pág. 39). Ahora no existe la espontaneidad que había en la Europa de los 60, llena de ilusiones, proyectos y decepciones, lo que nos importa es tener una estructura.
En el tercer capítulo El genio de la virtud nos dice que hemos pasado de la ilusión por lo nuevo a la resignación de lo malo conocido. La generación que hoy está acomodada es la misma que tuvo la libertad como una pasión. La virtud es la socialización de la genialidad. El genio es una cualidad general humana. Genio se hace así sinónimo de libertad (Pág.68).
En el capítulo cuatro Voluntad de aventura nos cuenta que si no nos hacemos ilusiones no nos frustraremos por las realidades. La postmodernidad se ha vuelto desinteresada y aburrida. En nuestra identidad existe una inadecuación ya que no somos lo que deberíamos llegar a ser (Pág. 81). Estamos muy acomodados en la costumbre y deberíamos ser aventureros, eliminando la resistencia contra lo nuevo. Nuestra sociedad se aburre porque estamos saciados de éxitos.
En el quinto capítulo La pasión de comenzar dice que una de las posibilidades del comienzo la proporciona el olvido. Olvidar es el arte de encontrar comienzos donde propiamente no los hay (Pág. 94).
En el sexto capítulo Libertad de inexpresión nos habla que en nuestra civilización el decir tiene más prestigio que el callar (Pág. 105), deberíamos reivindicar la libertad de inexpresión, ya que hoy día si callas en algunas ocasiones se crea una tensión incómoda que no debería ser. El silencio oportuno forja la personalidad en el difícil equilibrio del decir y el callar (Pág. 109).
En capítulo siete Serenidad y Libertad dice que la serenidad forma parte de la libertad. Todo lo que tiene que ver con el arte posee el aura de la lentitud (Pág.116). La misma democracia es un triunfo de la lentitud sobre la rapidez autoritaria (Pág. 121).
Como se ha visto, el autor nos da las claves para volver a ser libres, ahora creemos que lo somos pero estamos sometidos a nuestra indecisión, al hastío, a la comodidad de una estructura, ya no luchamos por unos ideales porque pensamos que ya estamos bien como estamos comparados con cómo estaban hace muchos años. El ser humano debe autorrealizarse y ello conlleva ser libre en su máxima expresión, decidiendo lo que quiere hacer con su vida en cada momento y no dejándose llevar como hace por su entorno, por la sociedad, por todos menos por sus verdaderos ideales. Debe darse tiempo, pensar, decidir, aventurar, y actuar e
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